La psicòloga estadounidense Alicia H. Clark en este interesante artículo que escribió para el New York Times, comenta un estudio de la Universidad de Wisconsin publicado en 2012 y, a través de sus reflexiones, nos presenta una nueva perspectiva sobre la forma en que vemos la ansiedad, una emoción que muchas veces queremos eliminar de nuestra vida.
COMO APROVECHAR TU ANSIEDAD. LA INVESTIGACIÓN MUESTRA QUE PODEMOS DOMINAR NUESTRA ANSIEDAD Y USARLA COMO UN RECURSO.
La ansiedad ha sido durante mucho tiempo uno de los enemigos más temidos de nuestras emociones. Tememos su llegada, nos sentimos impotentes y atrapados bajo su hechizo, y le concedemos el poder para angustiarnos en situaciones nuevas, excitantes y estimulantes, ¿y si nos equivocamos?
Por diferentes razones, la ansiedad nos involucra en un círculo vicioso. Tenerle miedo y, como consecuencia, tratar de evitarla o rechazarla, es parte de lo que puede convertirla en un problema serio para nosotros. Lo sentimos como un obstáculo porque lo tratamos como tal. Pero cuanto menos temamos a la ansiedad y podamos aceptarla, más nos puede resultar útil.
Un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin en 2012 ha demostrado que la forma en que pensamos sobre la ansiedad y el estrés puede cambiar la forma en que estas emociones nos afectan. Independientemente de los niveles reales de estrés, cuanto menos piense que la emoción es dañina, menos lo será.
TRES maneras para trasformar la ansiedad en un recurso.
1. Piensa en la ansiedad como una señal. No te tiene que gustar la experiencia de la ansiedad para usarla de manera eficaz.
2. Nombra la emoción para gobernar tu experiencia. Nombrar la ansiedad – es decir, volverla a nombrar – permite procesar su mensaje en lugar de simplemente reaccionar ante la sensación de incomodidad.
3. Busca el nivel óptimo. Si bien una sobrecarga de ansiedad puede ser dañina, también es problemático no tenerla (los psicópatas, por ejemplo, tienden a no tenerlos). Una cantidad moderada de ansiedad promueve un funcionamiento óptimo, incluso si la energía inesperada pudiese abrumarnos. Si entiendes la función de la ansiedad, no es necesario considerarla y tratarla como una enemiga.
Lo que ofrece esta nueva investigación es una visión de la ansiedad como una forma de esperanza es decir, “la ansiedad como una conciencia de tener control”. En lugar de sentirnos oprimidos por nuestra ansiedad, podemos colaborar con ella. No solo podemos controlar cómo pensamos acerca de la ansiedad, sino que también podemos cambiar la forma en que la experimentamos. Si tienes en cuenta tu enfoque mental, tu etiquetamiento emocional y tu comportamiento es la forma de cooperar con la ansiedad y recuperar el control.
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